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CERMI.ES semanal el periódico de la discapacidad.

viernes, 09 de marzo de 2012cermi.es semanal Nº 25

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"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"

Entrevista

Alberto Durán, secretario general del CERMI

"Tenemos derechos reconocidos y con ellos no se transige económicamente"

08/03/2012

Mario García

La propuesta del Gobierno sobre el pago de las administraciones públicas a los proveedores, el despliegue de la ley de dependencia y de autonomía personal, los derechos reconocidos por la convención de la ONU para las personas con discapacidad y la firme apuesta por el empleo ocupan parte de las preocupaciones de Alberto Durán como secretario general del CERMI.

Alberto Durán, secretario general del CERMI¿Tiene buenas vibraciones con el gobierno de Mariano Rajoy en cuanto a las políticas relacionadas con la discapacidad?

Hablar de vibraciones es algo muy subjetivo porque supone tratar de evaluar sus intenciones. Creemos que tienen una enorme preocupación porque saben que hay que hacer una serie de ajustes y también saben, y así se lo hemos dicho desde el CERMI, que no se puede empezar por la discapacidad. Eso hay que hacerlo de forma controlada analizando inteligentemente dónde se hace realmente daño y dónde no. En paralelo, siempre hemos dicho que no todas las políticas sociales se hacen con dinero, que, desde luego, es imprescindible para las políticas sociales, pero parte de las políticas sociales se hacen sin dinero, como es el reconocimiento de derechos y ejerciendo mejor las cosas. Es un planteamiento que se lo hemos escuchado a la ministra (de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato), que está muy abierta a analizar y ver qué cosas se pueden poner en marcha y a mejorar.
 
La ministra Ana Mato ha asegurado que dará un “nuevo impulso” a estas políticas. ¿Confía en que así sea?
Si ella lo ha dicho, nosotros creemos que va a ser así. El CERMI ha mantenido una reunión con ella y le ha expuesto sus prioridades, que ella ha acogido con muy buena disposición. Ella conoce las políticas sociales y el CERMI, con lo cual hemos tenido la suerte de que al frente del ministerio hay una persona que conoce lo que es el movimiento de la discapacidad. Sabe que es un movimiento proactivo, que da soluciones y que un gobierno en la situación actual lo que necesita son aliados de este tipo, alguien que, representando de forma independiente los intereses de las personas con discapacidad, es capaz de poner encima de la mesa propuestas y soluciones. En ese terreno nos podemos mover bien con la ministra y con su equipo.
 
Después las elecciones generales, autonómicas y locales del año pasado, ¿han percibido mayor sensibilidad, en general, de los actuales responsables políticos hacia la discapacidad?
Incluso desde un tiempo anterior a las elecciones percibimos una enorme preocupación de la clase política por la situación del país, ajustar los recursos y los programas. Si dijera lo contrario no estaría diciendo lo correcto. ¿La sensibilidad con las personas con discapacidad? La sensibilidad está, pero en el CERMI estatal y en los CERMIS autonómicos necesitamos que la sensibilidad se transforme en realidades. En esa línea, hay cosas que están ocurriendo y que ya ocurrían, como recortes en programas y retrasos en los pagos a los centros especiales de empleo, que, en muchos casos están gestionados por asociaciones del mundo de la discapacidad. Son cuestiones que no ayudan y en muchos casos hacen que ponga en riesgo parte de nuestro tejido social. Hay centros que no cobran desde hace tiempo, hay que pagar las nóminas de los trabajadores, no estamos haciendo tornillos, se está cuidando a personas que necesitan que alguien las cuide porque son personas con una enorme dependencia. Por lo tanto, la sensibilidad está, pero también es verdad que ahora mismo hay muchísimos problemas en toda la geografía nacional y que necesitan una respuesta. Esperamos que el programa del Gobierno de pago a proveedores de deudas de las administraciones públicas también llegue al sector social y que tengamos cierta presencia en el cobro porque muchos servicios están ahora mismo colgando de un hilo.
 
Además de esta medida de pago a proveedores, ¿considera necesaria alguna otra?
Esta medida es muy necesaria porque están cerrando las puertas muchas pequeñas empresas todos los días, muchas de ellas con personas con discapacidad y promovidas por el movimiento asociativo de las personas con discapacidad. ¿Alguna otra medida? Lo importante es que se ponga al día en los pagos y que luego haya un plan que no haga que lo que se arregle hoy luego empiece otra vez a crecer la bola, es decir, que se cumpla la ley que se aprobó en el pasado mandato que regulaba los plazos máximos de deudas de administraciones públicas con las empresas. No pueden existir deudas ni que el sector privado, el sector social en concreto, esté financiando las administraciones públicas, es una cosa que nos parece absolutamente ridícula. 
 
¿A partir de ahí? Sería una muy buena medida retomar alguna medida del pasado, por la cual se da continuidad a un mayor apoyo a los centros especiales de empleo, especialmente para aquellos trabajadores que tienen una discapacidad superior al 65% o trabajadores que tienen una empleabilidad más complicada, para evitar que, con los recortes, muchos centros cierren sabiendo que a esas personas les ha costado mucho conseguir un trabajo y que, seguramente, muchas de ellas no van a conseguir otro en su vida laboral. Es importante mantenerlo. 
 
El CERMI cumple este año el 15º aniversario de su constitución. ¿Qué ha supuesto para las personas con discapacidad este hecho?
Un aprendizaje en caminar juntos, con colectivos que son muy diferentes y tienen prioridades diferentes. Aprendemos día a día y seguimos aprendiendo porque este aprendizaje nunca se acaba. Hemos conseguido también el respeto de las administraciones públicas estatales, autonómicas y municipales, desde una plataforma sencilla promovida por y para la discapacidad y sus familias. El CERMI también ha conseguido un enorme respeto dentro del resto de entidades sociales porque en mucha menos trayectoria vital que otros colectivos de exclusión ha conseguido una interlocución política y operativa. Interlocución política porque el CERMI es conocido y reconocido por todas las instituciones del Estado, las comunidades autónomas y a todos los niveles, e interlocución operativa porque con muy pocos recursos tenemos una capacidad de poner encima de cualquier mesa en un tiempo récord propuestas y soluciones concretas a los problemas que hemos identificado, incluso a veces a los problemas que nos plantean desde la Administración, situación ésta que agradecemos porque se confía en nosotros. Eso está conseguido, pero no está garantizado de por vida. Por lo tanto, hay que seguir trabajando.
 

“La clase política tiene sensibilidad, pero necesitamos que se transforme en realidades” 

 
¿Cuáles son los principales retos que se plantea el CERMI para este año?
Primero, que no haya un paso atrás en los derechos conseguidos. Algunos somos ciegos o vemos mal, pero no tenemos mala vista para leer en entorno. Sabemos que la situación económica es la que es, pero también pedimos a aquellos que tienen la obligación de dirigir este país, cada gobierno autonómico y cada ayuntamiento que nosotros no somos el problema y no queremos ser los primeros en asumir las consecuencias. Hay una idea que a veces comentamos en el CERMI: hemos  sido los últimos cuando las cosas iban bien, ya sólo falta que seamos los primeros cuando las cosas van mal. 
 
El segundo planteamiento es que creemos que hay una buena línea iniciada con la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, de 2006. Tenemos derechos reconocidos y con ellos no se transige económicamente. La Convención fue ratificada por España y ya entra a formar parte del derecho positivo de aplicación en España. Hay que dar una segunda oleada de respuesta de adaptación de la legislación nacional a la Convención. Esto en sí no cuesta dinero, es un problema de interlocución política y de identificar las prioridades. Hacer alguna adaptación de segundo orden es un tema de mentalidad, compromiso, consecuencia y coherencia con lo que has firmado y ratificado. 
 
Alberto Durán, secretario general del CERMICreemos también que hay que avanzar en un segundo bloque de políticas activas. Hay que propiciar que las personas con discapacidad actúen como personas normalizadas en esta sociedad y que tengan un trabajo, con toda la compatibilidad con el sistema correctivo que fuera, pero compatibilidad para que puedan trabajar y que eso sea compatible con su pensión. En muchos casos, esto hace que la persona con discapacidad sea una persona activa que acaba contribuyendo a las arcas públicas, no es una persona que recibe una subvención y no hace absolutamente nada. Con el elemento corrector que sea, porque el 100% de la pensión no tiene sentido, pero tiene que haber un estímulo para que una persona trabaje teniendo una pensión. Si podemos conseguir que trabaje, es bueno que trabaje. Sería muy importante que personas con una discapacidad sobrevenida, siendo personas integradas laboralmente, activas y formadas todos los días, no abandonen el sistema. Cuesta muchísimo dinero y muchísimos esfuerzos humanos conseguir que una persona con discapacidad se forme bien, con lo cual es absolutamente incoherente que miremos hacia otro lado. Esto es un lujo que este país no se puede permitir y, además, va en contra de cualquier planteamiento de derechos humanos.
 
Otra línea importante. Se habla de dependencia y del replanteamiento de la ley de dependencia. Aquí no hay que dar pasos atrás. La ley no está desplegada de forma uniforme en todo el territorio, lo que contraviene la igualdad de derechos. Hay que tener un mínimo común denominador. En este caso, la idea de la ministra de una cartera mínima de servicios es una buena propuesta que el CERMI ha pedido en distintas ocasiones. Pero primero hay que ver cuál es el despliegue mínimo de esta ley y luego saber que la ley va a acabar solamente beneficiando al 30% de las personas con discapacidad, como máximo. Por lo tanto, hay personas con discapacidad que no van a llegar a la cobertura real de la ley y hay cuestiones necesarias para su pleno desarrollo personal que la ley nunca va a cubrir, como ocio y empleo activo, que tienen que darse en todos los programas de la discapacidad, que son diferentes a los programas de atención a la dependencia. Entonces, hay una parte que coincide, pero no toda. Es muy habitual que la dependencia en algunos sitios haya eclipsado totalmente los programas que había en la ley de apoyo a la discapacidad. En la ley de dependencia está todo el programa de promoción de la autonomía personal, es decir, promover que la persona con discapacidad no solamente tenga una plaza en una residencia, que en algún caso ahí se acabará, pero en muchos casos, sobre todo en la gente joven, se quiere es que la persona tenga una vida activa, una formación, una ayuda para la compra de sus adaptaciones, que le van a permitir salir a la calle y moverse, que haya un catálogo ortoprotésico actualizado... En definitiva, queremos que las personas con discapacidad actúen de forma activa en la sociedad.
 
En 2012 se celebra el Año Europeo del Envejecimiento Activo y de la Solidaridad Intergeneracional. ¿Qué puede aportar el CERMI a esta conmemoración?
Quiero recordar que tanto el CERMI como la Fundación ONCE tienen un convenio con la dos entidades representativas de mayores. Todos los convenios se firman con agrado, pero éste con muchísimas ansias de tener aliados en el mundo de los mayores porque tenemos los mismos problemas. No hay que olvidar que más de la mitad de las personas con discapacidad son personas mayores. Por lo tanto, nos unen problemas comunes, los problemas de accesibilidad son comunes, los problemas de no despliegue de propuestas de ocio inclusivo son comunes a ambos. Siempre nos hemos llevado bien, pero nunca hemos trabajado juntos. 
 
El envejecimiento activo tiene mucho que ver con el respeto a la autosuficiencia de cada persona, sea mayor o persona con discapacidad, de decidir por sí mismo, de que tenga medios para tomar decisiones por sí mismo y, en muchos casos, que se respeten sus derechos. Eso es importante. Si no hay accesibilidad en el entorno, si no hay espacios de ocio accesible y nos remitimos a aparcarlas en una residencia y están limitadas para cualquier toma de decisión, esto, tanto para una persona mayor como para una persona con discapacidad, supone una renuncia a su despliegue de su personalidad. Eso es algo que nos une.
 
Esperamos tener cierta presencia en el cobro de las deudas de las administraciones públicas porque muchos servicios están ahora mismo colgando de un hilo
 
¿La contratación laboral de personas con discapacidad en algún momento dejará de ser una asignatura pendiente?
Esa pregunta la transformo en un deseo: que algún día deje de ser alguna asignatura pendiente. Tenemos un problema con las personas con discapacidad y el empleo. Tenemos unas tasas de paro más elevadas, más del doble que las personas sin discapacidad, en un país donde ahora mismo hay mucha gente que no está trabajando. Hay muchas personas con discapacidad que no trabajan y no se lo plantean porque ven en su entorno que no hay ningún tipo de esperanza de que puedan conseguir ningún tipo de empleo. Esperemos que se mantenga la mejora de empleo de en torno al 20% de las personas con discapacidad en los últimos años, a pesar de que se hacía sobre una base de contrataciones muy baja, pero es un punto de esperanza, en un momento en que ha ido muy mal en el resto del mercado laboral. Creo que el gobierno anterior y  los grupos políticos negociaron bien las propuestas que les planteó el CERMI y eso ha sido positivo. Este nuevo gobierno tiene que seguir el ejemplo, es decir, lo que se hizo en las políticas de empleo de personas con discapacidad funciona y se hizo de la mano del CERMI. Alberto Durán, secretario general del CERMI
 
El empleo en la discapacidad lo es casi todo: te permite la autonomía, demostrar a otras personas de tu alrededor que eres una persona normal, a tu familia que puedes ganarte la vida como uno más, incluso en estos momentos, con mucho paro, una persona con discapacidad que consigue un trabajo recupera parte de la dignidad que otros le niegan porque la dignidad no se pierde, la tenemos por ser personas. Me temo que tardaremos todavía bastantes años para que esto deje de ser una prioridad y simplemente me remito a las tasas de creación de empleo que tenemos en estos momentos.
 
Recientemente se ha constituido la Plataforma del Tercer Sector de Acción Social en España. ¿Ofrecerá más garantías a las personas con discapacidad de la que ya aporta el CERMI y todo el movimiento asociativo?
El CERMI es una plataforma que se ve con mucho respeto en el resto de las plataformas sociales que conforman esta plataforma que mencionas. El CERMI aporta respeto, interlocución política y propuestas; los demás también lo saben hacer, pero creo que el CERMI puede aportar mucho más. Esta plataforma sin el CERMI estaría incompleta. Para las personas con discapacidad, la primera referencia es el CERMI y el CERMI va a seguir trabajando en el ámbito estatal y en el ámbito autonómico defendiendo la especificidad de algo muy complejo para cuatro millones de personas más sus familias; por lo tanto, necesita su plataforma de trabajo. 
 
A esa plataforma global van a llegar son cuestiones de agenda común de todos los colectivos en riesgo de exclusión. ¿Eso es una garantía adicional? Eso es un ámbito más desde el cual poner en evidencia determinadas cuestiones y hacer proposiciones concretas de solución para un colectivo mucho más amplio. Eso es bueno para la clase política, que tiene un interlocutor social muy potente de colectivos en riesgo de exclusión, es bueno para el CERMI porque se integra en un modelo mayor que permite tener una agenda política más amplia y es muy bueno para todo el sector de lo social en la medida en que tiene una plataforma con un enorme grado de legitimidad y de representación con un mínimo denominador común, que son los colectivos en riesgo de exclusión. Llegar hasta aquí es uno de los principales logros en los pasados meses en el mundo de lo social y no va a ser nada fácil tener una agenda amplia de trabajo, pero también nace en un momento en el que la coyuntura hace que sea todavía si cabe más necesario. Por lo tanto, desde el CERMI le deseo y le auguro a esta plataforma un trabajo largo, fructífero y beneficioso para toda la gente a la que representa.
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